28.08.2010, 09:35
Las sirenas
En las ondas del verde caimanero,
estriadas de luz en áureas venas,
un grupo bullicioso de sirenas
juega y canta su canto lisonjero.
Es la luna de nácar un venero,
y al bañar ese nácar las serenas
extensiones del golfo, de iris plenas,
finge hervores de perlas cada estero.
Dos sirenas del coro se retiran:
se quieren y se atraen; tornan, giran,
se besan en los labios escarlata,
sumérgense abrazadas en las olas,
y resurgen unidas sus dos colas
como una lira trémula de plata.
En las ondas del verde caimanero,
estriadas de luz en áureas venas,
un grupo bullicioso de sirenas
juega y canta su canto lisonjero.
Es la luna de nácar un venero,
y al bañar ese nácar las serenas
extensiones del golfo, de iris plenas,
finge hervores de perlas cada estero.
Dos sirenas del coro se retiran:
se quieren y se atraen; tornan, giran,
se besan en los labios escarlata,
sumérgense abrazadas en las olas,
y resurgen unidas sus dos colas
como una lira trémula de plata.