23.09.2010, 20:14
Pastor Díaz, Nicomedes
Spanien 1811 - 1863
El sueño de Endimión
Reclinada la frente entre beleño
yace Endimión dormido en la montaña,
mientras del cielo que su oriente empaña,
leve Diana desarruga el ceño.
Callada sigue su amoroso empeño,
rebozada en la luz que al joven baña:
No era para un mortal dicha tamaña;
y él sigue hundido en su aplomado sueño.
También así, Señora, en el olvido,
so la quiebra más honda del Parnaso
el que mi numen fue, yace rendido.
Movéis de Oriente el rutilante paso,
y él triste sigue, a su pesar, dormido:
¡Su helada inspiración toca al ocaso!
Spanien 1811 - 1863
El sueño de Endimión
Reclinada la frente entre beleño
yace Endimión dormido en la montaña,
mientras del cielo que su oriente empaña,
leve Diana desarruga el ceño.
Callada sigue su amoroso empeño,
rebozada en la luz que al joven baña:
No era para un mortal dicha tamaña;
y él sigue hundido en su aplomado sueño.
También así, Señora, en el olvido,
so la quiebra más honda del Parnaso
el que mi numen fue, yace rendido.
Movéis de Oriente el rutilante paso,
y él triste sigue, a su pesar, dormido:
¡Su helada inspiración toca al ocaso!